Inteligencia ecológica,
de Daniel Goleman (Editorial Kairós, 2009)
“Vivimos ignorantes de las consecuencias de nuestro estilo de vida en el
planeta”. Después de los éxitos de Inteligencia emocional e Inteligencia social, Goleman introduce el concepto de inteligencia ecológica: la comprensión de los impactos ecológicos ocultos y la determinación de mejorarlos. El conocimiento del impacto ecológico de lo que adquirimos, fabricamos o vendemos es fundamental para tomar decisiones más acordes con nuestros valores e influir positivamente en nuestras vidas y en la del planeta. La regla general que determinaba la industria del siglo pasado “cuanto más barato mejor”. Para el Nobel Milton Friedman, “La responsabilidad social de la empresa consiste en aumentar su beneficios” que condujo al exceso del capitalismo más descarnado. El también Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, sostiene que seguir colocando el interés de las empresas por encima de todo supone un daño irremediable al entorno global y al bienestar público Pero es posible hacer las cosas bien haciendo el bien, dice Goleman, en lugar del expolio empresarial de “coge, fabrica y derrocha”. Para ello propone el nuevo mantra: “Sostenible es mejor, más sano es mejor y más humano también es mejor”. ¿”Dónde está lo que llamamos carro? ¿En el eje, en las ruedas, en el bastidor o en las riendas que lo conectan a la caballería?” se pregunta en un texto indio del siglo V, para responder: “El carro no se encuentra en ninguna parte, sólo se refiere al ensamblaje de diversos elementos: El carro no es más que una ilusión”. Goleman, con cuyos escritos sobre Los caminos de la meditación, Emociones destructivas y La salud emocional tantos hemos aprendido y disfrutado es profesor en Harvard y colaborador del New York Times. No se puede uno acercar a beber en las aguas de este pozo de humanidad sin quedar prendido en su misterio y alegría. |
José Carlos Gª Fajardo
Este artículo fue publicado en el Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS) el 12/02/2010