Un nuevo paradigma. Para comprender el mundo de hoy, de Alain Touraine (Editorial Paidós)

“Cada vez que cambia nuestra mirada sobre nosotros mismos, nuestro entorno y nuestra historia, tenemos la impresión de que el mundo antiguo se ha desmoronado y que no hay nada que pueda reemplazarlo. Eso es lo que hoy sentimos pero, como hicimos en el pasado, intentaremos construir una nueva representación de la vida social y escapar así a la impresión angustiosa de la pérdida de todo sentido… El final de un mundo no es el fin del mundo. La conmoción que vivimos no es más profunda que las que hemos vivido en el curso de los últimos siglos, que en otras épocas el fin de las sociedades propiamente políticas y, todavía antes, de la sociedades religiosas”.
¿Qué más se puede decir en la presentación de este interesante libro del Maestro Alain Touraine Director de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de Paris, autor de “¿Cómo salir del liberalismo?” y “A la búsqueda de sí mismo”, que no es poco?
En el pasado, Occidente describió y pensó la realidad social en términos políticos: el desorden y el orden, el rey y la nación, el pueblo y la revolución. Luego, con la Revolución industrial, el capitalismo se emancipó del poder político. Pensamos y actuamos entonces en nombre de un nuevo paradigma o modelo, económico y social, y hablamos de clases, riquezas, desigualdades y redistribución.
Hoy, en la hora de la economía global y el individualismo feroz, la modernización ha hecho saltar en pedazos esos modelos de sociedad. Cada uno de nosotros, inmerso en la producción y en la cultura de masas, se esfuerza por escapar de ellas y construirse como sujeto de su propia vida. El nuevo desafío con el que damos cuenta de estas preocupaciones es cultural: ¿qué lugar hay que conceder a las minorías?, ¿debe el consumo situarse en el centro de todo?, ¿asistimos al retorno de las ideologías?
Los antiguos paradigmas se dirigían hacia la conquista del mundo; con el nuevo modelo, somos nosotros los protagonistas. O al menos eso creemos aunque la presión del entorno y de los medios es despersonalizadora e inhumana.
Se acaba un mundo dirigido por los hombres y entramos en una sociedad de mujeres.

José Carlos Gª Fajardo

Este artículo fue publicado en el Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS) el 05/02/2010