Historia de una andadura

Solidarios para el Desarrollo nació en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Un grupo de estudiantes me preguntó si podrían reunirse para hablar de la pobreza, los derechos humanos, las injusticias… y a las que yo me refería en clase. Así, surgió el Seminario Solidaridad, donde miles de estudiantes se han preguntado sobre las causas de la pobreza. En la actualidad, la ONG Solidarios está en muchas universidades de España y cuenta con más de 2.000 voluntarios.
Nuestra historia va ligada a la formación y al servicio. Uno de los primeros servicios de voluntariado social lo iniciamos en el centro penitenciario de Segovia, cuando uno de mis alumnos tenía que cumplir su pena. Hoy, las Aulas de Cultura se realizan en prisiones de Madrid, Sevilla, Granada, Galicia y Baleares. Todos los sábados, un grupo de voluntarios entra en la cárcel junto a un invitado: profesores universitarios, escritores, periodistas o deportistas. 
El Programa de Atención a Estudiantes Discapacitados (PAED) es otro de los servicios que surge de un encuentro con una estudiante en silla de ruedas que esperaba a que alguien la ayudase para asistir a clase. Desde entonces, hemos trabajado con centenares de estudiantes discapacitados para ayudarles a superar los obstáculos en la Universidad. 
El apoyo a enfermos de sida fue otro de los primeros servicios. En unos años donde era tabú, los voluntarios de Solidarios acompañaron a estos enfermos en hospitales de España, de Latinoamérica y de África. Todavía hoy es una de las actividades más importantes. 
Las personas mayores son otro de los colectivos que más nos preocupan. Desde 1995, tenemos en marcha dos programas: Atención a Domicilio y Vivienda Compartida. Con el primero acompañamos una tarde a la semana a una persona mayor que vive sola. El programa de Vivienda Compartida surgió tras darnos cuenta de que hay mayores que no quieren dejar sus casas pero no quieren vivir solos. Solidarios pone en contacto a esas personas mayores con jóvenes. El programa cuenta con más de cien parejas cada año y ha sido reconocido por la Asociación Homeshare Internacional como uno de los mejores programas de Europa. 
Una persona sin hogar pasaba las noches en el portal de una de nuestras compañeras, que le llevaba un café para que entrase en calor. Supimos de otros y así hoy con el Programa de Atención a Personas sin Hogar hay centenares de voluntarios que por la noche recorren las calles de Madrid, Sevilla, Granada, Murcia y La Coruña en busca de las personas que duermen en la calle para charlar con ellos y ofrecerles información. Lo que comenzó con un vaso se café se ha convertido en más de cien toneladas de leche y bocadillos. 
Desde el principio trabajamos con niños y jóvenes en situaciones de riesgo, con enfermos mentales, con mujeres marginadas, con drogodependientes… La atención y apoyo a inmigrantes ha sido uno de los últimos servicios que hemos abierto. El fenómeno de la inmigración no puede dejarnos indiferentes y como voluntarios ayudamos a la integración de estas personas.
El Puente Solidario ha sido uno de los programas más queridos. Nace después de un viaje a Cuba en 1998 cuando conocimos a médicos que necesitan medicamentos. En España recogíamos medicinas, las clasificábamos y se enviaban a maternidades, clínicas y pequeños hospitales. Más de 62 se enviaron a esos países de Latinoamérica y de África hasta que en 2003 la OMS aconsejó enviar medicamentos genéricos.
Durante mi año sabático de 1998 en África subsahariana creamos 20 Centros de Medicina Preventiva en universidades, como se recoge en el libro Encenderé un fuego para ti. Viaje al corazón de los pueblos de África (Anthropos). La idea era que las Universidades, a través de sus jóvenes licenciados, dieran un servicio a la comunidad. Los centros fueron equipados por Solidarios con material de laboratorio y reactivos, material de consulta y de farmacia, así como ordenadores. Miles de alumnos universitarios reciben desde entonces un tratamiento médico.
El Libro Solidario surge también en 1998 cuando encontramos Facultades, Seminarios y Escuelas de Magisterio con las bibliotecas vacías. Pusimos en marcha una campaña con profesores y amigos. Después recibiríamos ayuda del Rectorado de la UCM, de Ayuntamientos y de Comunidades autónomas. Son casi 10 años enviando bibliotecas. Los voluntarios han procesado más de dos millones de libros y hemos enviado unos 800.000 libros en bibliotecas con los títulos esenciales de la literatura universal, arte, ensayos, enciclopedias y diccionarios. Además, se han llevado bibliotecas a los departamentos de español de Universidades de Iraq, Irán, Senegal, Camerún, Costa de Marfil, Mozambique y Marruecos.
Durante más de diez años, realizamos programas de formación de voluntarios en Universidades de Latinoamérica. Durante los veranos, voluntarios universitarios españoles viajaban allá para sensibilizar a los estudiantes, trabajar con los más desfavorecidos y crear grupos de voluntarios que pudiesen servir a sus comunidades. Hoy ya se pueden ver algunos resultados.
En cooperación, llevamos a cabo, junto con organizaciones locales, programas de desarrollo en países de América Latina y África. Damos prioridad a la educación y a la sanidad. Buscamos un desarrollo sostenible, adaptado a las necesidades de las poblaciones y llevado a cabo por personal e instituciones del propio país. 
Junto al voluntariado social y la cooperación al desarrollo, cuidamos la sensibilización social. Ya vamos por la 6ª edición del Manual del Voluntario, herramienta fundamental para los voluntarios sociales. Debates, charlas, conferencias en colegios mayores y congresos universitarios, exposiciones fotográficas, encuentros con estudiantes… son actividades de sensibilización que programamos cada año. 
La actividad del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS) ya es conocida por nuestros lectores. Más de 1.500 periodistas de Latinoamérica y Estados Unidos y más de 3.000 ONG de todo el mundo reciben los artículos cada semana. El CCS tiene, además, un aspecto académico: Taller de periodismo solidario, donde 30 alumnos de los últimos cursos de Periodismo se forman cada año.
El deseo de SOLIDARIOS es el de “no ser necesarios”: el fin de la pobreza, la marginación y las desigualdades injustas.

José Carlos Gª Fajardo

Este artículo fue publicado en el Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS) el 11/05/2007