Cuestión de talante
Una izquierda plural renovó la esperanza de los valores republicanos que fundamentan la democracia para dar cauce a la mayoría progresista que anima toda sociedad informada, moderna y responsable en Francia, Suecia y Dinamarca, Alemania e Italia. Actitud que no está dominada por los mitos del pensamiento mágico defendido por los fundamentalistas que ofrecen el palio a quienes apuntalan el orden jerárquico por encima del vivificador talante social y democrático que controla los poderes, exige responsabilidades y envía al ostracismo a quienes abusan. Lo que ocurre en Austria evoca a los fascismos que surgieron apoyados por los poderes económicos que antepusieron la seguridad a la justicia. El fantasma rojo hoy es miedo a los inmigrantes generadores del cambio de civilización. El pensamiento único de la globalización, la concentración de la riqueza en pocas manos con absoluto desprecio de las inmensas minorías tratadas como recursos para sus especulaciones, el imperio del mercado desalmado, la destrucción del medio natural mediante una apropiación aberrante y el control de las nuevas tecnologías que, en lugar de liberar a los seres humanos, los esclaviza, han abierto los ojos de las gentes convertidas en fuerza de trabajo y de consumo que se rebelan ante un sistema inhumano. Se trata de talante comprometido. |
José Carlos Gª Fajardo
Este artículo fue publicado en el Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS) el 11/02/2000