EZLN
Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Documento recibido
de Melina Alfaro, 28 de junio.- Ésta es nuestra palabra sencilla
que busca tocar el corazón de la gente humilde y simple como nosotros,
pero, también como nosotros, digna y rebelde.
Ésta es nuestra palabra sencilla para contar de lo que ha sido
nuestro paso y en donde estamos ahora, para explicar cómo vemos
el mundo y nuestro país, para decir lo que pensamos hacer y cómo
pensamos hacerlo, y para invitar a otras personas a que se caminan con
nosotros en algo muy grande que se llama México y algo más
grande que se llama mundo.
Esta es nuestra palabra sencilla para dar cuenta a todos los corazones
que son honestos y nobles, de lo que queremos en México y el
mundo. Ésta es nuestra palabra sencilla, porque es nuestra idea
el llamar a quienes son como nosotros y unirnos a ellos, en todas partes
donde viven y luchan.
I. De lo que somos.- Nosotros somos los zapatistas del EZLN, aunque
también nos dicen "neo zapatistas". Bueno, pues nosotros
los zapatistas del EZLN nos levantamos en armas en enero de 1994 porque
vimos que ya está bueno de tantas maldades que hacen los poderosos,
que sólo nos humillan, nos roban, nos encarcelan y nos matan,
y nada que nadie dice ni hace nada.
Por eso nosotros dijimos que "¡Ya Basta!", o sea que
ya no vamos a permitir que nos hacen menos y nos traten peor que como
animales. Y entonces, también dijimos que queremos la democracia,
la libertad y la justicia para todos los mexicanos, aunque más
bien nos concentramos en los pueblos indios.
Porque resulta que nosotros del EZLN somos casi todos puros indígenas
de acá de Chiapas, pero no queremos luchar sólo por su
bien de nosotros o sólo por el bien de los indígenas de
Chiapas, o sólo por los pueblos indios de México, sino
que queremos luchar junto con todos los que son gente humilde y simple
como nosotros y que tienen gran necesidad y que sufren la explotación
y los robos de los ricos y sus malos gobiernos aquí en nuestro
México y en otros países del mundo.
Y entonces nuestra pequeña historia es que nos cansamos de la
explotación que nos hacían los poderosos y pues nos organizamos
para defendernos y para luchar por la justicia. Al principio no somos
muchos, apenas unos cuantos andamos de un lado a otro, hablando y escuchando
a otras personas como nosotros. Eso hicimos muchos años y lo
hicimos en secreto, o sea sin hacer bulla.
O sea que juntamos nuestra fuerza en silencio. Tardamos como 10 años
así, y ya luego pues nos crecimos y pues ya éramos muchos
miles. Entonces nos preparamos bien con la política y las armas
y de repente, cuando los ricos están echando fiesta de año
nuevo, pues les caímos en sus ciudades y ahí nomás
las tomamos, y les dejamos dicho a todos que aquí estamos, que
nos tienen que tomar en cuenta.
Y entonces pues que los ricos se dieron su buena espantada y nos mandaron
a sus grandes ejércitos para acabarnos, como de por sí
hacen siempre que los explotados se rebelan, que los mandan acabar a
todos. Pero nada que nos acabaron, porque nosotros nos preparamos muy
bien antes de la guerra y nos hicimos fuertes en nuestras montañas.
Y ahí andaban los ejércitos buscándonos y echándonos
sus bombas y balas, y ya estaban haciendo sus planes de que de una vez
matan a todos los indígenas porque bien no saben quién
es zapatista y quién no es. Y nosotros corriendo y combatiendo,
combatiendo y corriendo, como de por sí hicieron nuestros antepasados.
Sin entregarnos, sin rendimos, sin derrotarnos.
Y entonces que la gente de las ciudades se sale a las calles y empieza
con su gritadera de que se pare la guerra. Y entonces pues nos paramos
nuestra guerra y lo escuchamos a esos hermanos y hermanas de la ciudad,
que nos dicen que tratemos de llegar a un arreglo, o sea un acuerdo
con los malos gobiernos para que se solucione el problema sin matazón.
Y pues nosotros lo hicimos caso a la gente, porque esa gente es como
decimos "el pueblo", o sea el pueblo mexicano. Así
que hicimos a un lado el fuego y sacamos la palabra. Y resulta que los
gobiernos dijeron que sí se van a estar bien portados y van a
dialogar y van a hacer acuerdos y los van a cumplir.
Y nosotros dijimos que está bueno, pero también pensamos
que está bueno que conocemos a esa gente que se salió
a las calles para parar la guerra. Entonces, mientras estamos dialogando
con los malos gobiernos, pues también lo hablamos a esas personas
y vimos que la mayoría era gente humilde y sencilla como nosotros,
y ambos entendemos bien por qué luchamos, o sea ellos y nosotros.
Y a esa gente la llamamos "sociedad civil" porque la mayoría
no era de los partidos políticos, sino que era gente así
común y corriente, como nosotros, gente sencilla y humilde. Pero
resulta que los malos gobiernos no querían un buen arreglo, sino
que nomás era su maña de que vamos a hablar y hacer acuerdo,
y estaban preparando sus ataques para eliminarnos de una vez.
Y entonces pues varias veces nos atacaron, pero no nos vencieron porque
nos resistimos bien y mucha gente en todo el mundo se movilizó.
Y entonces los malos gobiernos se pensaron que el problema es que mucha
gente está viendo lo que pasa con el EZLN, y empezó su
plan de hacer como si no pasa nada.
Y mientras, pues bien que nos rodea, o sea que nos pone un cerco, y
espera que, como de por sí nuestras montañas están
retiradas, pues la gente se olvide porque está lejos la tierra
zapatista. Y cada tanto los malos gobiernos prueban y nos tratan de
engañar o nos atacan, como en febrero de 1995 que nos aventó
una gran cantidad de ejércitos pero no nos derrotó.
Porque, como luego dicen, no estábamos solos y mucha gente nos
apoyó y nos resistimos bien. Y pues ya los malos gobiernos tuvieron
que hacer acuerdos con el EZLN y esos acuerdos se llaman "Acuerdos
de San Andrés" porque "San Andrés" se llama
el municipio donde se firmaron esos acuerdos.
Y en esos diálogos no estábamos solitos nosotros hablando
con los del mal gobierno, sino que invitamos a mucha gente y organizaciones
que estaban o están en la lucha por los pueblos indios de México,
y todos decían su palabra y todos sacábamos acuerdo de
cómo vamos a decir con los malos gobiernos.
Y así fue ese diálogo, que no sólo estaban los
zapatistas por un lado y los gobiernos por el otro, sino que con los
zapatistas estaban los pueblos indios de México y los que los
apoyan. Y entonces en esos acuerdos los malos gobiernos dijeron que
sí van a reconocer los derechos de los pueblos indios de México
y van a respetar su cultura, y todo lo van a hacer ley en la Constitución.
Pero, ya luego que firmaron, los malos gobiernos se hicieron como que
se les olvida y pasan muchos años y nada que se cumplen esos
acuerdos. Al contrario, el gobierno atacó a los indígenas
para hacerlos que se echan para atrás en la lucha, como el 22
de diciembre de 1997, fecha en la que el Zedillo mandó matar
a 45 hombres, mujeres, ancianos y niños en el poblado de Chiapas
que se llama Acteal.
Este gran crimen no se olvida tan fácil y es una muestra de
cómo los malos gobiernos no se tientan el corazón para
atacar y asesinar a los que se rebelan contra las injusticias. Y mientras
pasa todo eso, pues los zapatistas estamos dale y dale que se cumplan
los acuerdos, y resistiendo en las montañas del sureste mexicano.
Y entonces empezamos a hablarnos con otros pueblos indios de México
y sus organizaciones que tienen y lo hicimos un acuerdo con ellos que
vamos a luchar juntos por lo mismo, o sea por el reconocimiento de los
derechos y la cultura indígenas.
Y bueno, pues también nos apoyó mucha gente de todo el
mundo y personas que son muy respetadas y que su palabra es muy grande
porque son grandes intelectuales, artistas y científicos de México
y de todo el mundo.
Y también hicimos encuentros internacionales, o sea que nos juntamos
a platicar con personas de América y de Asia y de Europa y de
África y de Oceanía, y conocimos sus luchas y sus modos,
y dijimos que son encuentros "intergalácticos" nomás
por hacernos los chistositos y porque invitamos también a los
de otros planetas pero parece que no llegaron, o tal vez sí llegaron
pero no lo dijeron claro.
Pero como quiera los malos gobiernos no cumplían, y entonces
pues hicimos un plan de hablar con muchos mexicanos para que nos apoyan.
Y entonces pues primero hicimos, en 1997, una marcha a la Ciudad de
México que se llamó "de los 1,111" porque iban
un compañero o compañera por cada pueblo zapatista, pero
el gobierno no hizo caso.
Y luego, en 1999, hicimos una consulta en todo el país y ahí
se miró que la mayoría sí está de acuerdo
con las demandas de los pueblos indios, pero los malos gobiernos tampoco
hicieron caso.
Y ya por último, en 2001, hicimos la que se llamó la "marcha
por la dignidad indígena" que tuvo mucho apoyo de millones
de mexicanos y de otros países, y llegó hasta donde están
los diputados y senadores, o sea el Congreso de la Unión, para
exigir el reconocimiento de los indígenas mexicanos.
Pero resulta que no, que los políticos que son del partido PRI,
el partido PAN y el partido PRD se pusieron de acuerdo entre ellos y
nomás no reconocieron los derechos y la cultura indígenas.
Eso fue en abril del 2001 y ahí los políticos demostraron
claro que no tienen nada de decencia y son unos sinvergüenzas que
sólo piensan en ganar sus buenos dineros como malos gobernantes
que son.
Esto hay que recordarlo porque ya van a ver ustedes que ahora van a
decir que sí van a reconocer los derechos indígenas, pero
es una mentira que echan para que votemos por ellos, pero ya tuvieron
su oportunidad y no cumplieron. Y entonces pues ahí lo vimos
claro que de balde fueron el diálogo y la negociación
con los malos gobiernos de México.
O sea que no tiene caso que estamos hablando con los políticos
porque ni su corazón ni su palabra están derechos, sino
que están chuecos y echan mentiras de que sí cumplen,
pero no. O sea que ese día que los políticos del PRI,
PAN y PRD aprobaron una ley que no sirve, pues lo mataron de una vez
al diálogo y claro dijeron que no importa lo que acuerdan y firman
porque no tienen palabra.
Y pues ya no hicimos ningún contacto con los poderes federales,
porque entendimos que el diálogo y la negociación se habían
fracasado por causa de esos partidos políticos. Vimos que no
les importaron la sangre, la muerte, el sufrimiento, las movilizaciones,
las consultas, los esfuerzos, los pronunciamientos nacionales e internacionales,
los encuentros, los acuerdos, las firmas, los compromisos.
Así que la clase política no sólo cerró,
una vez más, la puerta a los pueblos indios; también le
dio un golpe mortal a la solución pacífica, dialogada
y negociada de la guerra. Y también ya no se puede creer que
cumpla los acuerdos a los que llegue con cualquiera. Ahí lo vean
para que saquen experiencia de lo que nos pasó.
Y entonces pues nosotros lo vimos todo eso y nos pensamos en nuestros
corazones que qué vamos a hacer. Y lo primero que vimos es que
nuestro corazón ya no es igual que antes, cuando empezamos nuestra
lucha, sino que es más grande porque ya tocamos el corazón
de mucha gente buena. Y también vimos que nuestro corazón
está como más lastimado, que sea más herido.
Y no es que está herido por el engaño que nos hicieron
los malos gobiernos, sino porque cuando tocamos los corazones de otros
pues tocamos también sus dolores. O sea que como que nos vimos
en un espejo.
II. De donde estamos ahora.- Entonces, como zapatistas que somos, pensamos
que no bastaba con dejar de dialogar con el gobierno, sino que era necesario
seguir adelante en la lucha a pesar de esos parásitos haraganes
de los políticos. El EZLN decidió entonces el cumplimiento,
solo y por su lado (o sea que se dice "unilateral" porque
sólo un lado), de los Acuerdos de San Andrés en lo de
los derechos y la cultura indígenas.
Durante 4 años, desde mediando el 2001 hasta mediando el 2005,
nos hemos dedicado a esto, y a otras cosas que ya les vamos a decir.
Bueno, pues empezamos entonces a echarle ganas a los municipios autónomos
rebeldes zapatistas, que es como se organizaron los pueblos para gobernar
y gobernarse, para hacerlos más fuertes.
Este modo de gobierno autónomo no es inventado así nomás
por el EZLN, sino que viene de varios siglos de resistencia indígena
y de la propia experiencia zapatista, y es como el autogobierno de las
comunidades. O sea que no es que viene alguien de afuera a gobernar,
sino que los mismos pueblos deciden, de entre ellos, quién y
cómo gobierna, y si no obedece pues lo quitan.
O sea que si el que manda no obedece al pueblo, lo corretean, se sale
de autoridad y entra otro. Pero entonces vimos que los municipios autónomos
no estaban parejos, sino que había unos que estaban más
avanzados y tenían más apoyos de la sociedad civil, y
otros estaban más abandonados. O sea que faltaba organizar para
que fuera más parejo.
Y también vimos que el EZLN con su parte político-militar
se estaba metiendo en las decisiones que le tocaban a las autoridades
democráticas, como quien dice "civiles".
Y aquí el problema es que la parte político-militar del
EZLN no es democrática, porque es un ejército, y vimos
que no está bien eso de que está arriba lo militar y abajo
lo democrático, porque no debe de ser que lo que es democrático
se decida militarmente, sino que debe ser al revés: O sea que
arriba lo político democrático mandando y abajo lo militar
obedeciendo.
O tal vez es mejor que nada abajo sino que puro planito todo, sin militar,
y por eso los zapatistas son soldados para que no haya soldados. Bueno,
pero entonces, de este problema, lo que hicimos fue empezar a separar
lo que es político-militar de lo que son las formas de organización
autónomas y democráticas de las comunidades zapatistas.
Y así, acciones y decisiones que antes hacía y tomaba
el EZLN, pues se fueron pasando poco a poco a las autoridades elegidas
democráticamente en los pueblos. Claro que se dice fácil,
pero en la práctica cuesta mucho, porque son muchos años,
primero de la preparación de la guerra y ya luego mero de la
guerra, y se va haciendo costumbre de lo político-militar.
Pero como quiera lo hicimos porque es nuestro modo que lo que decimos
pues lo hacemos, porque si no, pues entonces para qué vamos a
andar diciendo si luego no hacemos. Así fue como se nacieron
las Juntas de Buen Gobierno, en agosto de 2003, y con ellas se continuó
con el autoaprendizaje y ejercicio del "mandar obedeciendo".
Desde entonces y hasta la mitad de 2005, la dirección del EZLN
ya no se metió a dar órdenes en los asuntos civiles, pero
acompañó y apoyó a las autoridades elegidas democráticamente
por los pueblos, y, además, vigiló que se informara bien
a los pueblos y a la sociedad civil nacional e internacional de los
apoyos recibidos y en qué se utilizaron.
Y ahora estamos pasando el trabajo de vigilancia del buen gobierno a
las bases de apoyo zapatistas, con cargos temporales que se rotan, de
modo que todos y todas aprendan y realicen esa labor. Porque nosotros
pensamos que un pueblo que no vigila a sus gobernantes, está
condenado a ser esclavo, y nosotros peleamos por ser libres, no por
cambiar de amo cada seis años.
El EZLN, durante estos 4 años, también le pasó
a las Juntas de Buen Gobierno y a los Municipios Autónomos, los
apoyos y contactos que, en todo México y el mundo, se lograron
en estos años de guerra y resistencia.
Además, en ese tiempo, el EZLN fue construyendo un apoyo económico
y político que les permita a las comunidades zapatistas avanzar
con menos dificultades en la construcción de su autonomía
y en mejorar sus condiciones de vida. No es mucho, pero es muy superior
a lo que se tenía antes del inicio del alzamiento, en enero de
1994.
Si usted mira uno de esos estudios que hacen los gobiernos, va a ver
que las únicas comunidades indígenas que mejoraron sus
condiciones de vida, o sea su salud, educación, alimentación,
vivienda, fueron las que están en territorio zapatista, que es
como le decimos nosotros a donde están nuestros pueblos.
Y todo eso ha sido posible por el avance de los pueblos zapatistas y
el apoyo muy grande que se ha recibido de personas buenas y nobles,
que les decimos "sociedades civiles", y de sus organizaciones
de todo el mundo. Como si todas esas personas hubieran hecho realidad
eso de que "otro mundo es posible", pero en los hechos, no
en la pura habladera.
Y entonces los pueblos han tenido buenos avances. Ahora hay más
compañeros y compañeras que están aprendiendo a
ser gobierno. Y, aunque poco a poco, ya más mujeres se están
entrando en estos trabajos, pero todavía sigue faltando respeto
a las compañeras y que ellas participen más en los trabajos
de la lucha.
Y luego, también con las Juntas de Buen Gobierno, ha mejorado
la coordinación entre los municipios autónomos y la solución
de problemas con otras organizaciones y con las autoridades oficialistas.
Y también se mejoró mucho en los proyectos en las comunidades,
y es más parejo el reparto de proyectos y apoyos que da la sociedad
civil de todo el mundo: Se ha mejorado la salud y la educación
aunque todavía falta un buen tanto para ser lo que debe de ser,
igual con la vivienda y la alimentación, y en algunas zonas se
ha mejorado mucho el problema de la tierra porque se repartieron las
tierras recuperadas a los finqueros, pero hay zonas que siguen sufriendo
por falta de tierras para cultivar.
Y luego pues se mejoró mucho el apoyo de la sociedad civil nacional
e internacional, porque antes cada quien iba para donde más le
latía, y ahora las Juntas de Buen Gobierno las orientan a donde
es más necesario.
Y, por lo mismo, en todas partes hay más compañeros y
compañeras que están aprendiendo a relacionarse con las
personas de otras partes de México y del mundo, están
aprendiendo a respetar y a exigir respeto, están aprendiendo
que hay muchos mundos y que todos tienen su lugar, su tiempo y su modo,
y así hay que respetarse mutuamente entre todos.
Bueno, pues nosotros los zapatistas del EZLN nos dedicamos ese tiempo
a nuestra fuerza principal, o sea a los pueblos que nos apoyan. Y pues
algo sí se ha mejorado la situación, o sea que no hay
quien diga que de balde fue la organización y la lucha zapatistas,
sino que, aunque nos acaben completamente, nuestra lucha sí sirvió
de algo.
Pero no sólo se crecieron los pueblos zapatistas, sino que también
se creció el EZLN. Porque lo que pasó en este tiempo es
que nuevas generaciones renovaron toda nuestra organización.
O sea que como que le metieron nueva fuerza.
Los comandantes y comandantas, quienes estaban en su madurez en el inicio
del alzamiento en 1994, tienen ahora la sabiduría de lo aprendido
en la guerra y en el diálogo de 12 años con miles de hombres
y mujeres de todo el mundo. Los miembros del CCRI, la dirección
político- organizativa zapatista, ahora aconsejan y orientan
a los nuevos que van entrando en nuestra lucha, y a los que van ocupando
cargos de dirección.
Ya tiene tiempo que los "comités" (que es como les
decimos nosotros) han estado preparando toda una nueva generación
de comandantes y comandantas que, después de un período
de instrucción y prueba, empiezan a conocer los trabajos de mando
organizativo y a desempeñarlos.
Y pasa también que nuestros insurgentes, insurgentas, milicianos,
milicianas, responsables locales y regionales, así como las bases
de apoyo, que eran jóvenes en el inicio del alzamiento, son ya
hombres y mujeres maduros, veteranos combatientes y líderes naturales
en sus unidades y comunidades.
Y quienes eran niños en aquel enero de 94, son ya jóvenes
que han crecido en la resistencia, y han sido formados en la digna rebeldía
levantada por sus mayores en estos 12 años de guerra. Estos jóvenes
tienen una formación política, técnica y cultural
que no teníamos quienes iniciamos el movimiento zapatista.
Esta juventud alimenta ahora, cada vez más, tanto nuestras tropas
como los puestos de dirección en la organización. Y, bueno,
todos nosotros hemos visto los engaños de la clase política
mexicana y la destrucción que sus acciones provocan en nuestra
patria. Y hemos visto las grandes injusticias y matazones que hace la
globalización neoliberal en todo el mundo. Pero de eso les decimos
más luego.
Así el EZLN ha resistido 12 años de guerra, de ataques
militares, políticos, ideológicos y económicos,
de cerco, de hostigamiento, de persecución, y no nos han vencido,
no nos hemos vendido ni rendido, y hemos avanzado. Más compañeros
de muchas partes se han entrado en la lucha, así que, en lugar
de que nos hacemos más débiles después de tantos
años, nos hacemos más fuertes.
Claro que hay problemas que se pueden resolver separando más
lo político-militar de lo civil-democrático. Pero hay
cosas, las más importantes, como son nuestras demandas por las
que luchamos, que no se han logrado cabalmente.
Según nuestro pensamiento y lo que vemos en nuestro corazón,
hemos llegado a un punto en que no podemos ir más allá
y, además, es posible que perdamos todo lo que tenemos, si nos
quedamos como estamos y no hacemos nada más para avanzar. O sea
que llegó la hora de arriesgarse otra vez y dar un paso peligroso
pero que vale la pena.
Porque tal vez unidos con otros sectores sociales que tienen las mismas
carencias que nosotros, será posible conseguir lo que necesitamos
y merecemos. Un nuevo paso adelante en la lucha indígena sólo
es posible si el indígena se junta con obreros, campesinos, estudiantes,
maestros, empleados... o sea los trabajadores de la ciudad y el campo.
III. De cómo vemos el mundo
A hora vamos a explicarles cómo es que vemos nosotros los zapatistas
lo que pasa en el mundo. Pues vemos que el capitalismo es el que está
más fuerte ahorita. El capitalismo es un sistema social, o sea
una forma como en una sociedad están organizadas las cosas y
las personas, y quien tiene y quien no tiene, y quien manda y quien
obedece. En el capitalismo hay unos que tienen dinero, o sea capital
y fábricas y tiendas y campos y muchas cosas, y hay otros que
no tienen nada, sino que sólo tienen su fuerza y su conocimiento
para trabajar; y en el capitalismo mandan los que tienen el dinero y
las cosas, y obedecen los que nomás tienen su capacidad de trabajo.
Y entonces el capitalismo quiere decir que hay unos pocos que tienen
grandes riquezas, pero no es que se sacaron un premio, o que se encontraron
un tesoro, o que heredaron de un pariente, sino que esas riquezas las
obtienen de explotar el trabajo de muchos. O sea que el capitalismo
se basa en la explotación de los trabajadores, que quiere decir
que como que exprimen a los trabajadores y les sacan todo lo que pueden
de ganancias. Esto se hace con injusticias porque al trabajador no le
pagan cabal lo que es su trabajo, sino que apenas le dan un salario
para que coma un poco y se descanse un tantito, y al otro día
vuelta a trabajar en el explotadero, que sea en el campo o en la ciudad.
Y también el capitalismo hace su riqueza con despojo, o sea con
robo, porque les quita a otros lo que ambiciona, por ejemplo tierras
y riquezas naturales. O sea que el capitalismo es un sistema donde los
robadores están libres y son admirados y puestos como ejemplo.
Y, además de explotar y despojar, el capitalismo reprime porque
encarcela y mata a los que se rebelan contra la injusticia.
Al capitalismo lo que más le interesa son las mercancías,
porque cuando se compran y se venden dan ganancias. Y entonces el capitalismo
todo lo convierte en mercancías, hace mercancías a las
personas, a la naturaleza, a la cultura, a la historia, a la conciencia.
Según el capitalismo, todo se tiene que poder comprar y vender.
Y todo lo esconde detrás de las mercancías para que no
veamos la explotación que hace. Y entonces las mercancías
se compran y se venden en un mercado. Y resulta que el mercado, además
de servir para comprar y vender, también sirve para esconder
la explotación de los trabajadores. Por ejemplo, en el mercado
vemos el café ya empaquetado, en su bolsita o frasco muy bonitillo,
pero no vemos al campesino que sufrió para cosechar el café,
y no vemos al coyote que le pagó muy barato su trabajo, y no
vemos a los trabajadores en la gran empresa dale y dale para empaquetar
el café. O vemos un aparato para escuchar música como
cumbias, rancheras o corridos o según cada quien, y lo vemos
que está muy bueno porque tiene buen sonido, pero no vemos a
la obrera de la maquiladora que batalló muchas horas para pegar
los cables y las partes del aparato, y apenas le pagaron una miseria
de dinero, y ella vive retirado del trabajo y gasta un buen en el pasaje,
y además corre peligro que la secuestran, la violan y la matan
como pasa en Ciudad Juárez, en México.
O sea que en el mercado vemos mercancías, pero no vemos la explotación
con la que se hicieron. Y entonces el capitalismo necesita muchos mercados...
o un mercado muy grande, un mercado mundial.
Y entonces resulta que el capitalismo de ahora no es igual que antes,
que están los ricos contentos explotando a los trabajadores en
sus países, sino que ahora está en un paso que se llama
Globalización Neoliberal. Esta globalización quiere decir
que ya no sólo en un país dominan a los trabajadores o
en varios, sino que los capitalistas tratan de dominar todo en todo
el mundo. Y entonces al mundo, o sea al planeta Tierra, también
se le dice que es el "globo terráqueo" y por eso se
dice "globalización" o sea todo el mundo.
Y el neoliberalismo pues es la idea de que el capitalismo está
libre para dominar todo el mundo y ni modos, pues hay que resignarse
y conformarse y no hacer bulla, o sea no rebelarse. O sea que el neoliberalismo
es como la teoría, el plan pues, de la globalización capitalista.
Y el neoliberalismo tiene sus planes económicos, políticos,
militares y culturales. En todos esos planes de lo que se trata es de
dominar a todos, y el que no obedece pues lo reprimen o lo apartan para
que no pase sus ideas de rebelión a otros.
Entonces, en la globalización neoliberal, los grandes capitalistas
que viven en los países que son poderosos, como Estados Unidos,
quieren que todo el mundo se hace como una gran empresa donde se producen
mercancías y como un gran mercado. Un mercado mundial, un mercado
para comprar y vender todo lo del mundo y para esconder toda la explotación
de todo el mundo. Entonces los capitalistas globalizados se meten a
todos lados, o sea a todos los países, para hacer sus grandes
negocios o sea sus grandes explotaciones. Y entonces no respetan nada
y se meten como quiera. O sea que como que hacen una conquista de otros
países. Por eso los zapatistas decimos que la globalización
neoliberal es una guerra de conquista de todo el mundo, una guerra mundial,
una guerra que hace el capitalismo para dominar mundialmente. Y entonces
esa conquista a veces es con ejércitos que invaden un país
y a la fuerza lo conquistan. Pero a veces es con la economía,
o sea que los grandes capitalistas meten su dinero en otro país
o le prestan dinero, pero con la condición de que obedezca lo
que ellos dicen. Y también se meten con sus ideas, o sea con
la cultura capitalista que es la cultura de la mercancía, de
la ganancia, del mercado.
Entonces el que hace la conquista, el capitalismo, hace como quiere,
o sea que destruye y cambia lo que no le gusta y elimina lo que le estorba.
Por ejemplo, le estorban los que no producen ni compran ni venden las
mercancías de la modernidad, o los que se rebelan a ese orden.
Y a esos que no le sirven, pues los desprecia. Por eso los indígenas
estorban a la globalización neoliberal y por eso los desprecian
y los quieren eliminar. Y el capitalismo neoliberal también quita
las leyes que no lo dejan hacer muchas explotaciones y tener muchas
ganancias. Por ejemplo, imponen que todo se pueda comprar y vender,
y como el capitalismo tiene el dinero, pues lo compra todo. Entonces
como que el capitalismo destruye a los países que conquista con
la globalización neoliberal, pero también como que quiere
volver a acomodar todo o hacerlo de nuevo pero a su modo, o sea de modo
que lo beneficie y sin lo que le estorba. Entonces la globalización
neoliberal, o sea la capitalista, destruye lo que hay en esos países,
destruye su cultura, su idioma, su sistema económico, su sistema
político, y también destruye los modos en que se relacionan
los que viven en ese país. O sea que queda destruido todo lo
que hace que un país sea un país.
Entonces la globalización neoliberal quiere destruir a las naciones
del mundo y que sólo queda una sola nación o país,
o sea el país del dinero, del capital. Y el capitalismo quiere
entonces que todo sea como él quiere, o sea según su modo,
y lo que es diferente pues no le gusta, y lo persigue, y lo ataca, o
lo aparta en un rincón y hace como que no existe.
Entonces, como quien dice que resumiendo, el capitalismo de la globalización
neoliberal se basa en la explotación, el despojo, el desprecio
y la represión a los que no se dejan. O sea igual que antes,
pero ahora globalizado, mundial.
Pero no es tan fácil para la globalización neoliberal,
porque los explotados de cada país pues no se conforman y no
dicen que ya ni modo, sino que se rebelan; y los que sobran y estorban
pues se resisten y no se dejan ser eliminados. Y entonces por eso vemos
que en todo el mundo los que están jodidos se hacen resistencias
para no dejarse, o sea que se rebelan, y no sólo en un país
sino que donde quiera abundan, o sea que, así como hay una globalización
neoliberal, hay una globalización de la rebeldía.
Y en esta globalización de la rebeldía no sólo
aparecen los trabajadores del campo y de la ciudad, sino que también
aparecen otros y otras que mucho los persiguen y desprecian por lo mismo
de que no se dejan dominar, como son las mujeres, los jóvenes,
los indígenas, los homosexuales, lesbianas, transexuales, los
migrantes, y muchos otros grupos que de por sí hay en todo el
mundo pero que no vemos hasta que gritan que ya basta de que los desprecien,
y se levantan, y pues ya los vemos, y los oímos, y los aprendemos.
Y entonces nosotros vemos que todos esos grupos de gente están
luchando contra el neoliberalismo, o sea contra el plan de la globalización
capitalista, y están luchando por la humanidad.
Y todo esto que vemos nos produce gran asombro por ver la estupidez
de los neoliberalistas que quieren destruir toda la humanidad con sus
guerras y explotaciones, pero también nos produce gran contento
ver que donde quiera salen resistencias y rebeldías, así
como la nuestra que es un poco pequeña pero aquí estamos.
Y vemos todo esto en todo el mundo y ya nuestro corazón aprende
que no estamos solos.
IV. De cómo vemos a nuestro país que es México
Ahora les platicamos cómo vemos lo que está pasando en
nuestro México. Bueno, pues lo que vemos es que nuestro país
está gobernado por los neoliberalistas. O sea que, como ya explicamos,
los gobernantes que tenemos están destruyendo lo que es nuestra
nación, nuestra patria mexicana. Y su trabajo de estos malos
gobernantes no es mirar por el bienestar del pueblo, sino que sólo
están pendientes del bienestar de los capitalistas. Por ejemplo,
hacen leyes como las del Tratado de Libre Comercio, que pasan a dejar
en la miseria a muchos mexicanos, tanto campesinos y pequeños
productores, porque son "comidos" por las grandes empresas
agroindustriales; tanto como los obreros y pequeños empresarios,
porque no pueden competir con las grandes trasnacionales que se meten
sin que nadie les diga nada y hasta les dan gracias, y ponen sus bajos
salarios y sus altos precios. O sea que, como quien dice, algunas de
las bases económicas de nuestro México, que eran el campo
y la industria y el comercio nacionales, están bien destruidas
y apenas quedan unos pocos escombros que seguro también van a
vender.
Y estas son grandes desgracias para nuestra patria. Porque pues en el
campo ya no se producen los alimentos, sino sólo lo que venden
los grandes capitalistas, y las buenas tierras son robadas con mañas
y con el apoyo de los políticos. O sea que en el campo está
pasando igual que cuando el porfirismo, nomás que, en lugar de
hacendados, ahora son unas empresas extranjeras las que tienen al campesino
bien jodido. Y donde antes había créditos y precios de
protección, ahora sólo hay limosnas... y a veces ni eso.
En su lado del trabajador de la ciudad pues las fábricas cierran
y se quedan sin trabajo, o se abren las que se llaman maquiladoras,
que son del extranjero y que pagan una miseria por muchas horas de trabajo.
Y entonces no importa el precio de los productos que necesita el pueblo
porque, aunque está caro o barato, pues no hay la paga. Y si
alguien se trabajaba en una pequeña o mediana empresa, pues ya
no, porque se cerró y la compró una gran trasnacional.
Y si alguien tenía un pequeño negocio, pues también
se desapareció o se puso a trabajar clandestinamente para las
grandes empresas que los explotan una barbaridad, y hasta ponen a trabajar
a los niños y niñas. Y si el trabajador estaba en un sindicato
para demandar sus derechos legalmente, pues no, que ahora el mismo sindicato
le dice que hay que apechugar que bajan el salario o la jornada de trabajo
o quitan prestaciones, porque si no pues la empresa cierra y se va para
otro país. Y luego pues está eso del "microchangarro",
que es como el programa económico del gobierno para que todos
los trabajadores de la ciudad se pongan a vender chicles o tarjetas
de teléfono en las esquinas. O sea que pura destrucción
económica también en las ciudades.
Y entonces lo que pasa es que, como la economía del pueblo está
bien jodida tanto en el campo como en la ciudad, pues muchos mexicanos
y mexicanas tienen que dejar su patria, o sea la tierra mexicana, e
irse a buscar trabajo en otro país que es Estados Unidos, y ahí
no los tratan bien, sino que los explotan, los persiguen y los desprecian
y hasta los matan. Entonces en el neoliberalismo que nos imponen los
malos gobiernos pues no ha mejorado la economía, al contrario,
el campo está muy necesitado y en las ciudades no hay trabajo.
Y lo que está pasando es que México se está convirtiendo
nomás en donde nacen un rato, y otro rato se mueren, los que
trabajan para la riqueza de los extranjeros, principalmente de los gringos
ricos. Por eso decimos que México está dominado por Estados
Unidos.
Bueno, pero no sólo pasa esto, sino que también el neoliberalismo
cambió a la clase política de México, o sea a los
políticos, porque los hizo como que son empleados de una tienda,
que tienen que hacer todo lo posible por vender todo y bien barato.
Ya ven que cambiaron las leyes para quitar el artículo 27 de
la Constitución y se pudieran vender las tierras ejidales y comunales.
Eso fue el Salinas de Gortari, y él y sus bandas dijeron que
es por bien del campo y del campesino, y que así va a prosperar
y a vivir mejor. ¿Acaso ha sido así? El campo mexicano
está peor que nunca y los campesinos más jodidos que cuando
Porfirio Díaz. Y también dijeron que van a privatizar,
o sea a vender a los extranjeros, las empresas que tenía el Estado
para apoyar el bienestar del pueblo. Que porque no funcionan bien y
les falta modernizarse, y que mejor venderlas. Pero, en lugar de mejorar,
los derechos sociales que se conquistaron en la revolución de
1910 son ahora como para dar lástima... y coraje. Y también
dijeron que hay que abrir las fronteras para que entre todo el capital
extranjero, que así se van a apurar los empresarios mexicanos
y a hacer mejor las cosas. Pero ahora vemos que ya ni hay empresas nacionales,
todo se lo comieron los extranjeros, y lo que venden está peor
que lo que se hacía en México.
Y bueno, pues ahora también los políticos mexicanos lo
quieren vender Pemex, o sea el petróleo que es de los mexicanos,
y la única diferencia es que unos dicen que se vende todo y otros
dicen que sólo se vende una parte. Y también quieren privatizar
el Seguro Social, y la electricidad, y el agua, y los bosques, y todo,
hasta que no quede nada de México y nuestro país sólo
sea como un terreno baldío o un lugar para su diversión
de los ricos de todo el mundo, y los mexicanos y mexicanas estemos como
sus sirvientes, pendientes de qué se les ofrece, mal viviendo,
sin raíces, sin cultura, sin patria pues.
O sea que los neoliberalistas lo quieren matar a México, a nuestra
patria mexicana. Y los partidos políticos electorales no nada
más no defienden, sino que primero que nadie son los que se ponen
al servicio de los extranjeros, principalmente de los de Estados Unidos,
y son los que se encargan de engañarnos, haciéndonos que
miramos para otro lado mientras venden todo y se quedan ellos con la
paga. Todos los partidos políticos electorales que hay ahorita,
no nomás unos. Piensen ustedes si algo han hecho bien y verán
que no, que puras robaderas y transas. Y vean cómo los políticos
electorales siempre tienen sus buenas casas y sus buenos carros y sus
lujos. Y todavía quieren que les damos las gracias y que otra
vuelta votamos por ellos. Y es que de plano, como luego dicen, no tienen
madre. Y no la tienen porque de por sí no tienen patria, sólo
tienen cuentas bancarias.
Y también vemos que crece mucho el narcotráfico y los
crímenes. Y a veces pensamos que los criminales son como los
presentan en los corridos o las películas, y tal vez algunos
son así, pero no son los meros jefes. Los meros jefes andan bien
vestidos, tienen estudios en el extranjero, son elegantes, no se andan
escondiendo sino que comen en buenos restaurantes y salen en los periódicos
muy bonitos y bien vestidos en sus fiestas, o sea que, como luego se
dice, son "gente bien", y algunos hasta son gobernantes, diputados,
senadores, secretarios de Estado, empresarios prósperos, jefes
de policía, generales.
¿Estamos diciendo que la política no sirve? No, lo que
queremos decir es que esa política no sirve. Y no sirve porque
no toma en cuenta al pueblo, no lo escucha, no le hace caso, nomás
se le acerca cuando hay elecciones, y ya ni siquiera quieren votos,
ya basta con las encuestas para decir quién gana. Y entonces
pues puras promesas de que van a hacer esto y van a hacer lo otro, y
ya luego, pues anda-vete y no los vuelves a ver, más que cuando
sale en las noticias que ya se robaron mucho dinero y no les van a hacer
nada porque la ley, que esos mismos políticos hicieron, los protege.
Porque ese es otro problema, y es que la Constitución ya está
toda manoseada y cambiada. Ya no es la que tenía los derechos
y las libertades del pueblo trabajador, sino que ahora están
los derechos y las libertades de los neoliberalistas para tener sus
grandes ganancias. Y los jueces están para servir a esos neoliberalistas,
porque siempre dan su palabra a favor de ellos, y a los que no son ricos
pues les tocan las injusticias, las cárceles, los cementerios.
Bueno, pues aun con todo este desbarajuste que están haciendo
los neoliberalistas, hay mexicanos y mexicanas que se organizan y hacen
lucha de resistencia.
Y así nos enteramos que hay indígenas, que sus tierras
están retiradas de aquí de Chiapas, y que hacen su autonomía
y defienden su cultura y cuidan la tierra, los bosques, el agua.
Y hay trabajadores del campo, o sea campesinos, que se organizan y hacen
sus marchas y movilizaciones para exigir créditos y apoyos al
campo.
Y hay trabajadores de la ciudad que no se dejan que les quiten sus derechos
o que privaticen sus trabajos, sino que protestan y se manifiestan para
que no les quiten lo poco que tienen y para que no le quiten al país
lo que es suyo de por sí, como la electricidad, el petróleo,
la seguridad social, la educación.
Y hay estudiantes que no dejan que se privatice la educación
y luchan porque sea gratuita y popular y científica, o sea que
no cobren, que toda la gente pueda aprender, y que en las escuelas no
enseñen tarugadas.
Y hay mujeres que no dejan que las traten como adorno o que las humillen
y desprecien nomás por mujeres, sino que se organizan y luchan
por el respeto que merecen como mujeres que son.
Y hay jóvenes que no aceptan que los embrutecen con las drogas
o que los persiguen por sus modos de ser, sino que se hacen conscientes
con su música y su cultura, su rebeldía pues.
Y hay homosexuales, lesbianas, transexuales y muchos modos, que no se
conforman con que los burlan, y los desprecian, y los maltratan, y hasta
los matan porque tienen otro modo que es diferente, y los tratan de
anormales o delincuentes, sino que hacen sus organizaciones para defender
su derecho a la diferencia.
Y hay sacerdotes y monjas y los que se llaman seglares, que no están
con los ricos ni resignados en la rezadera, sino que se organizan para
acompañar las luchas del pueblo.
Y hay los que se llaman luchadores sociales, que son hombres y mujeres
que toda su vida se la han pasado luchando por el pueblo explotado,
y son los mismos que participaron en las grandes huelgas y acciones
obreras, en las grandes movilizaciones ciudadanas, en los grandes movimientos
campesinos, y que sufrieron las grandes represiones, y como quiera,
aunque algunos ya tienen edad, siguen sin rendirse, y ahí andan
de un lado a otro buscando la lucha, buscando la organización,
buscando la justicia, y se hacen organizaciones de izquierda, organizaciones
no gubernamentales, organizaciones de derechos humanos, organizaciones
de defensa de presos políticos y de aparición de los desaparecidos,
publicaciones de izquierda, organizaciones de maestros o estudiantes,
o sea lucha social, y hasta organizaciones político-militares,
y nomás no se están quietos y mucho saben porque mucho
han visto y oído y vivido y luchado.
Y así en general, nosotros vemos que en nuestro país,
que se llama México, hay mucha gente que no se deja, que no se
rinde, que no se vende. O sea que es digna. Y eso nos da mucho contento
y alegría porque con toda esa gente pues no tan fácil
van a ganar los neoliberalistas y tal vez sí se logra salvar
a nuestra patria de los grandes robos y destrucción que le hacen.
Y pensamos que ojalá nuestro "nosotros" incluyera todas
esas rebeldías...
(Continuará...)