Bush asegura que sus tropas no abandonarán
a los iraquíes hasta que "sepan defenderse" solos
George
W. Bush ha reafirmado durante su discurso sobre el Estado de la Unión
el mensaje que ya envió durante su toma de posesión del
pasado 20 de enero: la expansión de la libertad por todo el mundo
es el camino para hacer de EEUU un lugar "más seguro"
frente a la amenaza terrorista. Además, el presidente ha recordado
el "éxito" de las elecciones de este domingo en Irak,
un país que sus tropas no abandonarán hasta que "sepa
defenderse por sí mismo". En la parte final de su alocución de esta madrugada ante el Congreso de EEUU, Bush se mostró contrario a establecer un "calendario artificial" para abandonar el país árabe y defendió el ejemplo iraquí como modelo frente a "la guerra del terror" que lidera el jordano Abu Musab Al Zarqaui, jefe de Al Qaeda en la región y responsable de los ataques más sangrientos durante la jornada electoral. "Luchamos allí para no tener que luchar en casa", aseguró ante la mirada y los aplausos de algunos de los miembros de su Gobierno, como el vicepresidente, Richard Cheney, o los secretarios de Estado, Condoleezza Rice, y Defensa, Donald Rumsfeld. El mandatario señaló que los esfuerzos de EEUU en el país árabe se centrarán a partir de ahora "en ayudar a preparar unas fuerzas de seguridad iraquíes más capaces, con oficiales cualificados y una estructura de mando efectiva". "A medida que estas fuerzas sean más independientes y se hagan cargo de más responsabilidades de seguridad, EEUU y sus socios en la coalición desempeñarán cada vez más un papel secundario", prometió el presidente. Paz entre Israel y Palestina En su mensaje, de casi una hora de duración, Bush defendió también la necesidad de apoyar las negociaciones en Oriente Próximo para que Israel y un futuro Estado palestino independiente puedan "vivir en paz". En esta línea, el presidente aseguró que pedirá al Congreso "350 millones de dólares que apoyen las reformas políticas, económicas y de seguridad" de las nuevas autoridades palestinas, encabezadas por el presidente Mahmud Abbas (Abu Mazen). Además, recordó que la nueva jefa de la diplomacia estadounidense visitará este fin de semana Israel y Cisjordania para analizar con Abbas y el primer ministro israelí, Ariel Sharon, cómo "ayudar al pueblo palestino a poner fin al terror y levantar las instituciones" de una democracia. Advertencia a Siria, Irán y Corea del Norte Tras elogiar los avances democráticos en Afganistán, Irak, los terroritorios palestinos y Ucrania, donde recientemente triunfó la llamada ’revolución naranja’ de Viktor Yushchenko, Bush hizo referencia a aquellos regímenes que considera contrarios a la libertad y la seguridad. En contraposición a países como Pakistán o Arabia Saudí, a los que agradeció su reciente esfuerzo a la hora de detener líderes terroristas, el presidente amenazó a Siria por permitir "que su territorio y partes del Líbano sean usados por quienes buscan destruir las esperanzas de paz en la región". Por otro lado, en referencia a Irán, "el principal patrocinador del terrorismo", Bush se mostró convencido de que "todavía hay regímenes que persiguen la bomba atómica" e hizo hincapié en los esfuerzos de EEUU y la UE para "dejar claro" a Teherán que "debe abandonar su programa de enriquecimiento de uranio y de reprocesamiento de plutonio". Algo más breve y suave fue la mención a Corea del Norte, un régimen al que busca "convencer de que abandone sus ambiciones nucleares" a través de las conversaciones ’a seis’, en las que participarían también Corea del Sur, Rusia, China y Japón. Reforma de la Seguridad Social En materia de política interior, Bush insistió en la necesidad de "hacer más flexible, innovadora y competitiva" la economía, reducir el déficit a la mitad para 2009 y, sobre todo, reformar el sistema de pensiones públicas. Entre algunos murmullos de desaprobación de los demócratas, algo extraño en este tipo de discursos, el dirigente aseguró que es preciso modificar el modelo actual de la Seguridad Social para evitar que esté "agotado y en quiebra" para el año 2042, como prevén sus asesores. Prometió también reducir o eliminar más de 150 programas gubernamentales ineficaces o secundarios para frenar el gasto público, bajo la premisa de que "cada dólar del contribuyente debe gastarse de manera sensata o no gastarse". Como estaba previsto, el líder republicano impuso su agenda conservadora al expresar su rechazo a la investigación con células madre de embriones y a los matrimonios homosexuales, dos de los asuntos que más dividen a la sociedad norteamericana. Asimismo, abogó por que los avances científicos sirvan a la "dignidad humana" y, en un claro guiño a los antiabortistas, sostuvo la exigencia de "crear una cultura de la vida". |
Agencias
Este artículo fue publicado en el Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS) el dd/mm/aaaa