Africa llama

Desde el 18 de septiembre, centenares de personas se han solidarizado con la Plataforma del 0'7% acampando en el Paseo de la Castellana de Madrid. Más de cuatrocientas tiendas se han alzado para protestar ante esta nueva "rodilla herida" de unas personas a las que el mundo libre les había prometido ayuda para paliar la miseria, el crecimiento desbordado de la población y el deterioro del medio ambiente. Es sabido que más del 65% de los españoles estamos a favor de esa ayuda a los países empobrecidos del Tercer Mundo. Pero por allí no se han visto a ministros, ni a diputados ni a jerarcas de religiones establecidas ni a líderes de opinión.

Los responsables de la Plataforma del 0'7% no son un grupo de locos ni de revolucionarios. Ojalá lo fueran, pues la fuerza es justa cuando es necesaria. Son personas sensibles al llamamiento de la Asamblea de la ONU cuando en 1972 pidió la cesión por los gobiernos del 0'7% de su PIB- unos 125.000 millones de dólares anuales- a los países económicamente menos favorecidos con el fin de promover un desarrollo sostenible. Veinte años más tarde, en la Cumbre de Río de 1992, se reiteró esa propuesta. España no destina más que el 0'26% y eso en forma de créditos de muy discutida eficacia: los famosos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo) que, en realidad, se utilizan para fomentar las exportaciones españolas. Entre ellas las de armamento y las de bienes de consumo en lugar de bienes de producción.

El Gobierno español debería explicar ante el Parlamento y ante la opinión pública cual es la cifra de sus exportaciones de armamento a esos países del Tercer Mundo a cambio de materias primas facilitándoles créditos blandos que los hipotecan al no poder recibir bienes necesarios a cambio de sus exportaciones. España es uno de los países que más armas exportan a esos pueblos empobrecidos.

Recordemos que el 0'7 % significa 7 pesetas de cada mil, unos 450.000 millones de pesetas al año. Y que nadie pretende que se sustraigan en los Presupuestos del Estado de las mermadas pensiones o de las partidas de ayuda social ni, siguiendo el miserable consejo de los banqueros del FMI, "agilizando el despido libre". Se trata de revisar el derroche de una administración ineficaz y de una política ciega ante esta bomba de relojería que hará inhabitable el planeta antes de 30 años si no la desactivamos. Obtengámoslo de las comisiones cobradas por los consejeros por la mera asistencia a los Consejos de administración pública que suponen 17 mil millones de pesetas al año.

Otra perla: las reducciones del Impuesto sobre el Patrimonio para las fortunas superiores a 500 millones, se elevan a 28 mil millones de pesetas. España ha firmado un acuerdo para invertir 850 mil millones de pesetas en 87 "Eurocazas", mientras concedemos créditos blandos a Marruecos para adquirir cañoneras que pongan en jaque a nuestros pesqueros, por ahora. Los miles de millones de pesetas invertidos en "cazas" que se nos caen, uno tras otro, en la base de Zaragoza y que no tienen autonomía de vuelo para ir y volver a las Islas Canarias, debería hacernos reflexionar si no estamos engañando a la opinión pública sobre el verdadero alcance de la inaplazable reconversión de nuestros Ejércitos de acuerdo con nuestras posibilidades reales y no con fantasías y añoranzas obsoletas.

Después de los escándalos financieros de miles de millones por banqueros, políticos, partidos políticos, directores generales, sindicatos y otras prendas, no podemos menos de pedir que se revisen esos gastos de representación y que apliquen "luz y taquígrafos", ya. Por ejemplo, al parque móvil de los millares de coches al servicio de funcionarios y de políticos. Alguien tiene que decirnos cuántos coches oficiales se ocultan bajo matrículas normales, cuántos choferes y cuántos escoltas. Un Estado con sus arcas vacías no puede permitirse ese servicio extraordinario mientras Cáritas denuncie que en España hay cerca de 8 millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza.

Y esto no es contradictorio con la petición del famoso 0'7% para ayudar al desarrollo sostenido del Tercer Mundo porque el nivel de Desarrollo de España es 30 veces mayor que el de los países con menos ingresos pero, como es la mitad de la media europea, exigimos compensaciones financieras de los llamados fondos estructurales de la UE.

Desde nuestra ONG, nos unimos a la Plataforma del 0'7% y pedimos a todos nuestros amigos que no esperen a las decisiones del Gobierno. Desde ya, que cada uno de nosotros destine ese simbólico 0'7% de su corazón, de sus ideas, de su tiempo y de su dinero para ayudar al desarrollo de los más necesitados del mundo. Lanzamos esta llamada desde la experiencia de que nada podrán hacer los gobiernos si nosotros, individualmente no nos ponemos en marcha a sacar la sal de las playas como hicieron los seguidores de Ghandi. Que no mueran tantas ilusiones, tantos esfuerzos y esperanzas, que no se produzca, una nueva derrota en "rodilla herida" en donde murió la dignidad incapaz de enmascarar nuestra vergüenza.

José Carlos Gª Fajardo