Entrevista con Revista de León

EN UN ARTICULO PUBLICADO EN INTERNET PONE EL DEDO EN LA LLAGA EN CUANTO A UN TEMA INTOCABLE EN NUESTRO "SOLIDARIO" PAÍS: LAS ONG PARAGUBERNAMENTALES. ¿ES UN HECHO MÁS COMÚN EN ESPAÑA DE LO QUE PENSAMOS? HABLANDO EN CIFRAS, ¿QUÉ PORCENTAJE DE ONG ESTÁN DOMESTICADAS POR LOS PODERES PÚBLICOS O POR INTERESES PRIVADOS?

No sólo en España, sino en todos los países desarrollados en los que algunos desaprensivos se aprovechan de la generosidad y buena voluntad de las personas que se sienten interpeladas por la injusticia social y por la desastrosa gestión que de la globalización hacen los adalides del pensamiento único. Siempre ha habido necios carentes de imaginación que se suben a los carros de quienes se atreven a denunciar los abusos de poder asumiendo los riesgos que conlleva el decir al rey que va desnudo y a los mandatarios que, cada uno de nosotros, vale tanto como ellos y que, todos juntos, podemos más que ellos. Así han nacido todas las revoluciones: por asumir y dar rienda a un sentimiento de rebeldía ante las injusticias sociales.
Hay que dejar bien claro que la inmensa mayoría de las ONG que conozco son auténticas, consecuentes y con una entrega que no pocas veces roza el heroísmo. Por lo tanto, no es cuestión de porcentajes pues hay unas diez ONG que manejan cien veces más fondos que todo el resto. Ni tampoco es cuestión de dinero, sino de influencia por vivir a la sombra del poder de turno. Para la doctrina del asociacionismo humanitario, del voluntariado social, no caben ideologías ni proselitismos ni adoctrinamiento alguno. Se denuncia la injusticia, se acompaña y ayuda al explotado y se aportan propuestas alternativas a un modelo de sociedad que, por corromper, trata de corromper hasta las iniciativas más generosas y altruistas. Pero si quiere una pista, busque quien está detrás de algunas pseudo “ong” que nacieron como movimientos apostólicos religiosos o como cenáculos ideológicos de algunos partidos políticos. Tienen todo el derecho a actuar en su campo religioso o político, pero sin confundir a la opinión con las nobles siglas del movimiento “no gubernamental” que trata de superar esos condicionamientos caducos en busca de opciones alternativas, más justas, universales, comunitarias, libres y solidarias.
El verdadero problema son algunos políticos desaprensivos que tratan de apoyarse en este formidable movimiento de solidaridad para influir en una sociedad en la que cada vez tienen menos poder de convocatoria. Lo mismo ocurre con algunas confesiones religiosas que ven sus templos vacíos mientras se incrementa sin cesar el número de voluntarios sociales. Y luego están los asesores de imagen y los profesionales del marketing que venden a las empresas impresentables campañas del llamado “marketing solidario”: fondos de inversión éticos, ponga una ONG en su empresa, nosotros somos solidarios. Hasta han creado fundaciones sociedad-empresa, financiadas por éstas, para hacer creer que les preocupa la justicia social, el medio ambiente. Cuando lo tienen tan fácil y tan cerca: bastaría con que mejorasen las condiciones laborales de sus trabajadores, practicasen el comercio justo y respetasen los ritmos de la naturaleza. En algunas ONG se dice “Ahora van de ongs como antes iban a misa o... de otra cosa”

EN PALABRAS SUYAS, LAS ONG ACTÚAN MUCHAS VECES COMO EL SERVICIO POSVENTA DE LAS FÁBRICAS DE ARMAS O SON LA PANTALLA CON LA QUE LOS GOBIERNOS PRETENDEN LAVAR SU IMAGEN. ¿EN QUÉ PUNTO SE HA TORCIDO LA GESTIÓN DE LAS ONG?

Médicos sin Fronteras, Solidarios y algunas otras ONG consecuentes han decidido no participar en guerras fratricidas alimentadas por los vendedores de armas. Hay tanto que hacer en el resto del mundo que es preferible que la opinión pública se alce contra esa vergüenza de 34 guerras vivas actualmente que sólo importan a los fabricantes de armas y a los gobiernos que los apoyan.
Algunos dirigentes de ONG creen que tenemos que acudir a donde quiera que haya un conflicto. Si este ha sido provocado por la acción de los gobiernos o de los grandes intereses financieros, son estos quienes deben de reparar el daño y ser denunciados en los medios de comunicación. Es preciso que emerja un pensamiento crítico y responsable que sustituya a esta especie de “sentimentalismo ingenuo” que acompaña la acción de algunos responsables de ONG.

¿A CAMBIO DE QUÉ SE VENDE UNA ONG?

La respuesta se contiene en la pregunta: las gentes que se dejan comprar lo hacen por prestigio, por vanidad, por falta de criterio, por poder y por dinero.

DE SUS IDEAS SE DESPRENDE QUE EL NUEVO COMETIDO DE LAS ONG NO DEBE SER SÓLO AYUDAR A PALIAR LAS CONSECUENCIAS DE LA MALA GESTIÓN DE LOS GOBIERNOS, ¿CÓMO SE PUEDE CAMBIAR ESTO, ADELANTARSE A LAS CONSECUENCIAS? ¿TENDRÍAN QUE ELEVARSE LAS ONG A ÁMBITOS POLÍTICOS?

En el origen del movimiento del voluntariado social, tal y como lo conocemos, se actuó para responder a la interpelación del sufrimiento, del dolor, del hambre, de las desgracias naturales, de la marginación y explotación de los débiles. Fue noble y generoso. Pero nos hemos dado cuenta de que, la mayor parte de los sufrimientos que padecen 4/5 partes de la humanidad, están provocados por la avaricia, el egoísmo, la prepotencia y la injusticia de otras personas o grupos sociales y políticos.
Comprendimos que nuestra ayuda corría el riesgo de convertirse en “asistencialismo”, con el peligro de crear dependencia. Inconscientemente, estábamos haciendo el juego a este modelo de desarrollo nefasto que sostiene que “cuanto más, mejor” en lugar de “cuanto mejor, más”, que confunde “competencia” con “competitividad”, “crecimiento económico” con “bienestar”, “desarrollo económico” con “privatización de las riquezas de los pueblos”, “individuos” con “personas” y que a los seres humanos los denomina “recursos”... para ser explotados, obviamente. Como hacen con las riquezas de la tierra a las que también denominan “recursos naturales”
De ahí la urgente necesidad de reflexionar, analizar las causas y las realidades, compartir experiencias y atrevernos con decisión a crear foros alternativos como hemos hecho en Porto Alegre. ¿No es lo que hacían desde hace 30 años en Davos los responsables de la injusticia social que cada año denuncia el Informe del PNUD? ¿Cómo vamos a permanecer cruzados de brazos? ¿Qué responderíamos mañana a nuestros nietos? Actuemos desde las cátedras, desde los medios de comunicación, desde Internet o echándonos sin rubor a las calles. Ah, no se preocupe por la política. Hace mucho tiempo que ha desaparecido bajo el poder de la economía. Ya vendrá el verano con odres nuevos para los vinos nuevos del otoño.

¿CÓMO PUEDE RECONOCER A UNA ONG REALMENTE INDEPENDIENTE?

Contemple su trabajo. Si ha optado por los marginados, por los empobrecidos, por los excluidos del sistema, por los que no son nada a los ojos de este injusto modelo de desarrollo. Si sus dirigentes son criticados y hasta ninguneados en sus ámbitos naturales de trabajo. Si, a pesar de sus servicios y entrega sin condiciones a los más débiles, asumiendo su causa y haciéndose su voz, sus proyectos tienen dificultades en las instancias oficiales. Si no piden a los marginados nada a cambio, y mucho menos que cambien, y se saben “sur” y se saben mujer y se saben niño y se saben anciano y se saben negro, indígena, preso, enfermo, judío o musulmán. Si promueven un desarrollo endógeno, sostenible, equilibrado y global. Pero, sobre todo, si cada uno de sus dirigentes y responsables está comprometido en un servicio de voluntariado, fuera de sus horas de trabajo o en la ONG. Si no tienen miedo al poder constituido ni a las confesiones religiosas excluyentes y lo arriesgan todo por la justicia social, la libertad y el derecho a la búsqueda de la felicidad para todos los seres humanos, entonces, puede arriesgarse con confianza a caminar a su lado porque en el compromiso social se descubre la felicidad.

¿CUÁLES SERÍAN SUS SEÑAS DE IDENTIDAD?

Le voy a dar las señas de identidad del auténtico voluntariado social, de acuerdo con el documento firmado por las Coordinadoras de ONGD en París: Gratuidad, Continuidad en el servicio, Hacer lo que a uno le gusta, Trabajar en un proyecto coordinado por una ONG acreditada y No confundir la realidad con los deseos. Lo que sirve para los miembros debe presidir la institución. No se trata de cambiar nada sino de cambiarnos a nosotros mismos para transformar desde dentro las estructuras sociales, económicas y políticas. Digamos que estoy hablando de llevar a cabo una revolución.

SU CARTA, ¿ES UNA POSTURA PERSONAL O REPRESENTA UN MOVIMIENTO CRÍTICO QUE COMIENZA A MOVERSE EN LAS ONG?

Corresponde a la actitud que preside la acción de Solidarios para el Desarrollo, la ONG a la que pertenezco desde hace 14 años. Como miembros de la Coordinadora de ONGD y como comprometidos en el mundo del voluntariado y de la auténtica cooperación entre los pueblos (nada que ver con la falsa e interesada “ayuda al desarrollo” que promueven los gobiernos prepotentes) constatamos que se está produciendo un formidable debate crítico en el seno de las ONG más responsables que se cuestionan las auténticas motivaciones de su esfuerzo y de su entrega.
También, como Profesor de Historia del Pensamiento Político y Social en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Madrid, he comprendido que nos encontramos en la eclosión de una formidable revolución capaz de dar respuesta a los desafíos de nuestro tiempo. Y como columnista en varios medios de comunicación he comprendido mi responsabilidad para aportar mi esfuerzo y mi testimonio.