RETAZOS 070 Nada en demasía
Un día llegó al monasterio un médico de la Corte para que el Maestro lo
aceptara como discípulo. Sergei lo recibió y fue a informar al Maestro. - Honorable señor, - dijo al doctor -, el Maestro me ha dado una lista de preguntas para que tengáis la amabilidad de responderlas por escrito, de acuerdo con vuestros conocimientos. El joven médico las contestó con gran esmero y facilidad, y las entregó al asistente que regresó al cabo de una hora con la respuesta: - Ilustre señor, dice el Maestro que has demostrado un gran conocimiento y erudición. Por ese motivo, te aceptará dentro de un año. Un poco decepcionado, aunque halagado, respondió a Sergei: - Pues si he respondido correctamente a todas las preguntas y me dice que regrese dentro de un año, ¿qué habría sucedido si no las hubiera sabido? - Te habría aceptado al momento, - le respondió con dulzura Sergei -, el mensaje parece decir que necesitas, al menos un año, para desaprender los conocimientos inútiles. - ¿Desaprender? - Es como cuando emprendemos un viaje con la maleta llena de cosas imprescindiblemente inútiles. - Sí, - respondió con humildad el médico -, lo imprescindible pesa mucho. - Pero, honorable príncipe, refréscate un poco mientras te preparo algo de comer para el camino. - Gracias, noble joven, pero he traído pertrechos en mi carro. Regresaré el año próximo, - le respondió con una amplia sonrisa y un brillo especial en los ojos. - El Cielo te guíe, señor, - le dijo Sergei mientras se inclinaba con pena en su corazón. |
José Carlos Gª Fajardo
Este texto pertenece a la serie 'Retazos de Sergei', una colección de
cuentos orientales adaptados a nuestro tiempo